Una chica, un recuerdo y un dia normal

Creo que siempre, toda mujer que he conocido ( aunque ellas no me hayan conocido) ha vuelto a mi de alguna forma, a veces de la mas inesperada; y a veces desde los lugares mas recónditos y mas reales que mi memoria y mi cariño puedan concebir. Creo que es porque en realidad nunca quise olvidarlas, o quizás también porque aun tienen algo que aportar a mi vida: con su recuerdo, con su imagen, con aquella forma única que tuvieron al aparecerse por primera vez y para siempre en mi mundo.
Hoy eso me quedo muy claro. Ella trabaja en un restaurante al que yo suelo ir muy a menudo, y digo trabaja porque hoy volvió a hacerlo después de algún tiempo, en donde yo no sabia ya nada de ella. Se apareció de pronto, casi saltando entre las mesas, revoloteando digámoslo así, con un plato en cada mano, y con una inocencia inusual, me parecio que jugaba conmigo en silencio, la verdad es que de pronto me pareció tantas cosas juntas. De pronto tan niña, de pronto tan solo una ilusión sin mas destino que el recuerdo imperturbable, cobijado en un cariño nostálgico, porque simplemente nació ella de las cosas simples que vivo y que me hacen saber que la razón de mi vida es darle belleza a esa cosas simples. Supongo que para eso volvió a mi vida hoy, aunque espero que aun me tenga muchas cosas mas que decir, porque hoy ya no es más la que fue.
Es a veces para mi mismo tan sorprendente lo que me causa una mujer que solo atino a quedarme en silencio, como lo hice con ella tantas veces, a pesar de saber todo lo que es capaz de trasmitirme, creo que es mi forma de hacerlas complices absolutas de tantas cosas que han nacido de mi.