jueves, 22 de julio de 2010

Dulces sueños...

Su ojos se van apagando en una desilusión disfrazada de amor, o de amores baratos y su razon se enciende rauda e imparable. A pesar de todo, es extraño como somos tan distintos, y a la vez como después de tanto tiempo hemos aprendido a parecernos tanto.



Yo sigo soñando a un costado de su modo de vivir, y ella me sigue enseñando tantas cosas en las que muchas veces no quiero creer, muy reales para mis sueños tan grandes, pero eso no le impide gritar desde el fondo de su cada palpitar.


Asi, justo despues de oir mi modo de callar.
Sueños que estallan en una noche solitaria, y aunque eso no importe, sabes que nunca dejaran de ser suyos.


No le gustan los abrazos a destiempo, ni unos ojos cobardes que no la sepan mirar...

La he visto rugir como la espuma del mar, y en calma y coqueta como la lluvia de un dia para soñar.

Somos identicos, en lo que aprendemos y distintos en lo que creemos que debemos olvidar.

Dulces sueños... se que hace mucho no nos preguntamos por ellos, sin embargo, entre murmullos hemos aprendidos de nosotros, de entre futuros extraños, y amores distintos.

Hoy ella sabe a donde voy, y yo se que caminos evitará.

Nos juntamos extraños seres cafés, es cierto no sabemos a donde ir, ni el futuro que nos dará la mano al voltear, pero admito que he aprendido de ti, que no me debo de quedar en ningun lugar si el tiempo sigue su camino, y yo aún me pregunto qué vendrá.

Somos identicamente extraños. huéspedes de una confusión vital, disoses tristes y mortales desde su forma de no querer morir.

... Desde nuestra forma de querer vivir...
Dulces sueños mujer, dulces sueños de barro, de hielo, sueños de fuego, y tal vez de mar...

Sé lo que dirá... pero yo tambien se qué decirle: ahorrate palabras de amor, sobretodo dias de azul extraño y fugaz.

Callate mujer, dulces sueños, y nada más, nada que no haga falta para morir esta noche hasta mañana, y revivir entre besos y murmullos de carne y respiracion...

No se si vendra despues de esto mañana, en silencio, a una palabra de distancia del estallido de mi propio yo, sin oraciones, sin plegarias, como siempre, solo ella, yo y lo aprendido, de lo imaginado, de lo pensado y lo vivido no se si vendra nañana... No se

Solo se lo que quiero hoy, dulces sueños nujer... una vez más .

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