martes, 21 de septiembre de 2010

Ojos Ajenos...

Seamos sinceros, ninguno espera ya nada, el color de tus manos se esta perdiendo, se pierde también esa forma de mirarme. Y ahora solo una desconocida me mira de lejos con unos ojos que no reconozco, y que ni siquiera tengo derecho de extrañar.
Esta tarde nadie me acompaña, pero yo sigo escribiendo, atado a una nostalgia extraña de una mujer que no existe, y que tal vez no existió jamás, pero que en sus fotografías me ha contado una historia que alguna vez fue también mía.
Dicen que nos hacemos daño, no lo creo son solo los ademanes del olvido, del tiempo y del mundo, los que nos confunden, es solo un corazón de papel entre las manos, tal vez entre las manos equivocadas, lo peor de todo es que ya no duele, es que ya no importa.
Supongo que quiero decir algo distinto a lo que digo, es solo que esta tarde solo quiero escribir de memoria, creo que es porque no llueve, y porque no se que decirte, solo quiero escribirte nostalgia.
Me hubiera gustado tanto oir tu voz, y que me escuches solo un poco más, quizas hubiera bastado para recordarte, y para recordarnos. Lo se, las promesas perdieron su valor hace tanto tiempo.
La nostalgia me traiciona, y poco a poco te vas enredando entre estas lineas, difusa, y furtiva. Creo que por eso estoy aquí esta tarde, por tus viejas fotografías, y esta frase que se desenreda de mis dedos y de mi razón...
No te recuerdo, pero te extraño...
Es cierto... hay tantos olvidos injustificados, pero quizás este no sea el caso.
Pero a pesar de todo aún hoy todavía me quedo mirándote desde mi memoria, pero guardo silencio por tantas razones.
Hace tanto tiempo que ambos seguimos viviendo, es solo que esta tarde he vuelto sobre mi hombro de casualidad, y te encontrado recostada y pequeña a un lado insospechado de mi vida, hoy has logrado sorprenderme, aún no se muy bien por qué, será tal vez por qué me he desacostumbrado a ti.
¿Será que tienes algo que decirme? entonces quizas te vuelva a ver,  entonces quizas sea cierto...
El olvido sabe esperar, y solo llega cuando todo ha terminado.
El olvido es solo una señal, una forma del adios...

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