
Es tarde y llueve en alguna parte de esta ciudad, y yo no he estado mas seguro de nada, en toda mi vida, y no me importa, solo me importan ahora sus ojos, y la forma en la que sé que ella tambien se irá, y es peor aún, a nadie le importa... solo a mi, y es de mi de quien se aleja.
No se porque comienzo esto asi, supongo que es porque fue la frase que se me saltó de la cabeza mientras veia sus grandes ojos pardos , y claro, mientras llovia, todo fue tan rapido, y por supuesto no dejo de ser extraño, pero fue a la vez tan natural, exactamente como aquella ultima sonrisa que me dejo colgando en la ilusion antes de irse para siempre (quizas), o solo hasta que yo la necesite una vez mas, yo de verdad lo creo asi, porque sus ojos eran demasiado grandes, y el tiempo demasiado pequeño... y bueno porque soy demasiado soñador como para renunciar a ese deseo.
Esa tarde entendi que hacía mucho que yo no cambiaba, o era que para mi las cosas siempre tuvieron el mismo significado.
Esa tarde entendi que hacía mucho que yo no cambiaba, o era que para mi las cosas siempre tuvieron el mismo significado.
Recuerdo que fue un instante largo, como de tres pasos y dos segundos antes de que por fin todo volviera a empezar, y antes de que en aquel dia todo volviera a ser caoticamente simple, groseramente honesto, y estoicamente inaguantable.
No recuerdo nada mas de aquel dia, supongo que como siempre, nada mas hubo que valiera la pena recordar, sin embargo me quedo con el sabor de sus ojos, con el recuerdo y el cariño de su instante, y a la vez de su eternidad, de su juego y de su complicidad, y que solo es capaz de ser vivido por un soñador como yo que hace ya tanto tiempo que vive escapando del olvido y va tambien rescatando a doncellas de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario