
Ayer fue un día extraño, sentía que el sol no me quemaba, y que mi hilo de melancolía se iba haciendo cada vez mas delgado, me sentía extrañamente tranquilo, tan tranquilo que sentía que me faltaba algo.
La vi, solo un instante y cogí su mano, no quería q se vaya, no lo pensé, simplemente no quise soltarla,me miro de alguna forma, se que dijo algo con su mirada, pero el día estuvo
tan intrascendente que ni siquiera eso puedo recordar, dijo que me quería mucho casi sin mirarme y se marcho.
No sentí mucho, no porque así fuera sino porque el día no estaba hecho para sentir algo en realidad. Salí de allí varias horas después. Comí y anduve siempre tan tranquilo, algo hueco, fue un día un incompleto, no escribí, no tengo deseos ni la capacidad de hacerlo por estos días. Ayer fue un día demasiado trasquilo, demasíado vació...
Hoy me asalto el recuerdo de una inminente despedida, y la pequeñez del tiempo me apretó la tristeza un tanto olvidada a fuerza de orgullo. No quise entrar a clases, así que fui a la biblioteca y saque un libro de uno de esos autores de nombres raros, salí al patio y en medio del viento me puse a leerlo, de pronto un pequeño verso me nació bajo un árbol hecho de lo mismo que todo los arboles, pero para mi fue especial. me nació el verso, lo dije y simplemente el viento siguió corriendo.
Hoy fue también un día olvidado, vació, hoy solo me ha dejado un sueño que me mata ... así que hasta mañana...
tan intrascendente que ni siquiera eso puedo recordar, dijo que me quería mucho casi sin mirarme y se marcho.
No sentí mucho, no porque así fuera sino porque el día no estaba hecho para sentir algo en realidad. Salí de allí varias horas después. Comí y anduve siempre tan tranquilo, algo hueco, fue un día un incompleto, no escribí, no tengo deseos ni la capacidad de hacerlo por estos días. Ayer fue un día demasiado trasquilo, demasíado vació...
Hoy me asalto el recuerdo de una inminente despedida, y la pequeñez del tiempo me apretó la tristeza un tanto olvidada a fuerza de orgullo. No quise entrar a clases, así que fui a la biblioteca y saque un libro de uno de esos autores de nombres raros, salí al patio y en medio del viento me puse a leerlo, de pronto un pequeño verso me nació bajo un árbol hecho de lo mismo que todo los arboles, pero para mi fue especial. me nació el verso, lo dije y simplemente el viento siguió corriendo.
Hoy fue también un día olvidado, vació, hoy solo me ha dejado un sueño que me mata ... así que hasta mañana...
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