jueves, 26 de noviembre de 2009

Poema al Poeta...


He podido recoger de sus ojos, tan pocas veces como hoy, una verdad absoluta y de la mía la fría lealtad de mi forma de estallar,
Volveré, sin forma de aplacar mis ansias de andar,
y seguir andando poco apoco enclaustrado en su espalda,
y si es que tengo que decir, clamare a mi furia ancestral.
De un hombre caminante, zurdo, azul y polvoriento.
Búscame, nadie sabe a donde voy, y yo solo se adonde moriré, una tarde de abril, de mi año impar,
El calor de un disparo en mis ojos va matando, alrededor. En mis dedos las marcas de mi arte hecho añicos.
Y Entonces sigo haciendo arte, y sigo muriendo, pero siempre, sobretodo, sigo haciendo arte.
Y si vienes desde alguna esquina, sabes que no te veré, sabes que no tendrás ojos para mi.
Maldito el día de sol, de guitarras, y de primavera… el poeta no puede vivir en esos días.
La verdad es que hace tiempo que no puede vivir en tantos días.
Pero son verdad entonces tantas cosas, cosas como que me sigue haciendo añicos el lado izquierdo de la existencia.
Y por eso mas que nunca se que soy zurdo. Un zurdo apostado en un sueño desgastado de tanto dejarlo a medias.
Otro día, otro rocío, otra sonrisa, y otro poema maldito y matador, días que pasan sin avisar, siquiera por compromiso con su creador.
Y de pronto la misma cama, y el mismo hastió de tardes huecas, de deseos cínicos, y extraños.
Vivo de tantas formas, alimentándome de paz prestada a este mundo lleno de guerras.
Y bailo en mi habitación, como quiero, desnudo, o desviscerado, y de allí salgo con acero en las entrañas, y en las manos un cascabel de plata.
hay leyes extrañas, hay vertices de llanto, yo hace tanto que no ando por alli,
Hace tanto que me encontre a mi mismo... hace tanto que me voy buscando...

No hay comentarios: