lunes, 24 de mayo de 2010

Al Final Nadie nos Llamará...

Siempre hemos sabido que hay caminos por los que no podemos volver; sabemos también que nos hacemos de recuerdos que no nos pertenecen. Es un equipaje extraño.
No es tiempo de volver, no es tiempo de hacerse preguntas, es tiempo de viajar; y tal vez dejar que te olviden, sin reclamos de llantos, ni grito, ni perdón.

Aún no es tiempo de volver, porque no hay a donde, aún no es tiempo de recordar, porque sabemos que ellas no lo harán.
Aún es tiempo de viajar.
Puedo verlo en tu rostro, puedo ver el olvido y la indecisión.
Una noche mas, sin que nadie llegue a preguntarme por los caminos extraños de seguí.
No me sorprende. es solo que hoy el silencio no es el mismo, hoy mi silencio esta pesado No preguntaré nada que no quieras oir, no veré mas allá de ti. Es solo que esta tarde un recuerdo me ha atropellado, inpertinente y fugaz como unos sueños oxidados de... no vale la pena hablar de sueños, solo es una forma de redundar. es una forma de dar tantas vueltas por los mismo lugares.

Al final nadie nos llamará, no es que me importe, yo seguiré viajando, y seguiré diciendo adios.
Es bueno creer que esta historia acaba de empezar, aunque al mirarme las manos el dolor me haga pensar lo contrario.

No importa quien nos llamé a media tarde, siempre sabremos a donde regresar, a ese espacio nuestro extraño, zurdo y entrelazado con nuestra esencia de hombre y de dios, al final, sabemos, que nuestro destino es la immortalidad.

Me he quedado tantas tardes marcando mi camino con la luz de un sol moribundo que no le temo a la forma de su sombra, ni a la infinidad de su espacio en mi vida, de su vacio, de su forma de ser, y mi forma de estar...
Me he quedado tantas veces en el mismo lugar, me he quedado tanta ves, tantas veces y una más...

domingo, 23 de mayo de 2010

Sueños del Poeta...

Sueños de poeta, delirios de sal...
el poeta se fue de pronto, y nadie lo ha notado hasta ahora.
el poeta sigue dando vueltas, se esta quedando ciego de tanto mirar...
destino, besos, pasos sin andar.
El destino siempre se hace más largo para aquel que sabe a donde va.
Sueños de poeta, una noche igual...
las preguntas no le temen a sus respuestas,
ni él le teme a la soledad.
Hay una sombra extraña, blanca, una fisura en el corazón
el tiempo se ha detenido, se ha quebrantado su honor, se ha abolido su ley.
Pero el poeta sigue dando vuelta por los mismos lugares, golpeador, y esclavo...
Parapetado en esos ángulos nocturnos que sus ojos han aprendido a encontrar.
Ha renunciado a la mitad de él, es libre de ser cuanto es,
pero el poeta sabe que nunca será quien,
él sabe que puede ser tantos en una tarde,
él sabe que puede ser tantas veces nadie.
Respira hondo. lento, mortal;
respira de nuevo, se mira a si mismo, sus ojos son como gitanos rebeldes del azar.
Sueños de poeta, besos de cal.
El poeta a besado la frialdad de la frente, y la honda verticalidad del amor,
Llanto de niño, orgullo de hombre, rencor de dios.
El poeta como oficio siempre aprende a decir adios, pero nunca debe aprender a olvidar,
él trabaja,él sabe de inmortalidad.
el poeta no le teme al otoño, ni a su viento,
sabe que lo que lo que deba irse, asi será.
pero han vuelto tantas veces en susurros desconocidos, y en ayunos del alma aquellas formas de amar.
Entonces él sabe que volverán.
El poeta ha saciado a las palabras, las palabras le han dado silencio en calma,
intantes, sueños... caminos.
El poeta, el señor, el amante y el niño; juegan todos en la misma ruleta,
Esta hecho todo de tantas cosas, de las mismas cosas, y se forman en la misma luz, y desaparecen en la misma sombra;
pero el poeta cree estar hecho de otro sueño,
pero el poeta cree estar hecho para otra realidad.
El poeta no llora... solo sabe sentir.
El poeta no huye...
Solo sabe morir.

jueves, 20 de mayo de 2010

Olvido Inesperado


Entonces la vi, de nuevo y de lejos, al otro lado de aquel infinito espacio, donde tantas veces nos acariciamos, fue entonces que la quedé mirando, preguntándome tantas cosas, mientras en mis oidos una cancion se colaba oportunamente, con la melodía necesaria, y con mensaje exacto para empezar a acostumbrarme a su ausencia. Entonces di la vuelta y por aquella ventanilla, como si fuera una pantalla, vi pasar las horas, los minutos, y la vida, sin dejar de preguntarme, si era cierto entonces lo que yo pensaba; que quizás sea yo el que no está preparado para aquellas mujeres que ha puesto la vida. Es un pensamiento fugáz, pero el dolor se ha dejado sentir, o al menos eso creo, es temprano, y dejo que el sueño me distraiga un poco de esos pensamientos, cierro los ojos un momento pero entonces su silencio se me hace incesante, metalico, y su imagen, en la oscuridad, en mi ocuridad, se acerca demasiado, y yo ya he empezado a olvidarla, solo que aún no me acostumbro a la idea.
Está ausente desde hace mucho, es cierto, pero esta mañana más que nunca sigo escuchando su respiracion, pero entonces me doy cuenta que la mia esta en calma, y sonrío, mientras voy pensando en lo bien que me he acostumbrado a olvidar; sin embargo una descepción llega desde alguna parte inesperada de mi mismo. Y ya no quiero abrir los ojos, una pesadez de vacio ha entrado de golpe, como aquel viento que me golpea el rostro, y como aquella mañana que me ha golpeado en la conciencia y la certidumbre de que al final ya nada de eso me duele realmente. Es extraño, no se siente tan bien como esperaba,. Volteo de cuando en cuando, y ella no se inmuta, y en silencio vuelvo a refugiarme allá afuera, en aquella vista fugaz de la ciudad, donde el frío promete paz. Hace tanto que me da la espalda que ya he olvidado sus ojos, y he olvidado tambien como imaginarlos, pero a la vez he recordado tantas cosas.
Pasan los minutos, y seguimos yendo, encaminados hacia ningún lugar en especial; forzados, seguimos juntos; de pronto ella baja, y apresurada esquiva los carros y cruza la calle, mientras yo, parapetado tras el cristal, la veo desaparecer.
Entonces me doy cuenta que tengo portunidad para ponerme a pensar en ese hombre, el que se ha quedado solo en aquel lugar, mirandola a ella que se va, se va una vez más, de una forma idéntica , creo que es porque solo hay una forma de decir adios... y de irse, o es que él solo la aprendió de esa manera, ¿Es que siempre tiene forma de huída?
Y asi fue, ella siguió huyendo, o quizas era él el que se seguía quedando en el mismo lugar, no importa... sigo siendo yo el que se ha acostumbrado a olvidar.
La mañana esta por terminar, el viento se entibia, y los ojos y las gargantas salen de aquel mutismo espectral, de aquel sopor de ensueño, y de aquella nostalgia hacia aquel sueño que se ha dejado a la mitad, como el de aquel hombre que esta mañana ha tenido que despertar, para montarse en un mundo por el que, a veces no vale la pena dejar de soñar...