Un poco de mi vida que quiera volver a aprender.
La sombra de un minuto se ausenta, no me preocupa, en el fondo soy yo el que decide no estar.
Soy yo el que decide irse y no regresar, soy yo el que decidió no mirar atrás.
No es que me falten recuerdos, Tal vez sea que no tengo miedo de lo que vendrá.
Es un buen consuelo mientras voy buscando fotografías de un día anterior sin ganas de hacerlo. Con una sensación que se añeja, se hace cenicienta, es la nostalgia
Lo sencillo no es decir adiós, lo acepto, es mucho más fácil, creer que no podemos hacerlo, que no debemos.
No tengo una época de mi vida a la que quisiera volver, y creo que no soy yo el que tiene la culpa, porque esta vida, solo es vivida en parte.
Las personas solo viven la mitad de su propia vida, la otra mitad es para intercambiar.
No tengo adonde volver, lo digo con resentimiento, y contradicción.
Será que me falta valor, delirio…Será que me falta razón…
Las primeros momentos no merecen ser otra cosa.
La vida es más bien la suma de esos momentos relativos que han aprendido a esquivar noches en las que buscamos motivos para olvidar.
¿A dónde he llegado entonces?
A ese instante de hoy, donde no es tan malo ser yo, y acepto que tampoco es tan bueno, como para quedarme en la eternidad, ni mía ni la de los demás….
No hay época de mi vida a la que me gustaría volver.
Todo lo aprendido lo aprendí demasiado bien.
Te puedo contar de mi, no tengo miedo de las formas en las que he tenido que viajar.
Es solo que no tengo a donde volver…No me esperen aún, es que aún no se donde estoy, solo se que voy, solo se que mañana ya no estaré aquí.
De pronto digo te quiero, de pronto tal vez sea necesario, pero no hay quien quiera llevarme a ningún lugar, hoy mis propios pasos siguen siendo suficientes.No hay finales, hasta que no encuentras un lugar adonde volver.
No hay finales, si no hay respuestas...