sábado, 24 de abril de 2010

Desiderata...

Después de tantas vueltas de hoja, y tantos delirios, hoy he terminado en el mismo lugar. lo mas extraño de esto es que no se donde mas podría estar... ni con quien... No, no se con quien. Y es una incertidumbre conocida, y un sentimiento que aún me reclama de lejos...


Pero es cierto lo que digo , la soledad es una parte de ti mismo que necesitas conocer; aunque supongo que también es cierto que, algunas veces, necesitas tener unas ojos a los que mirar, y que te digan algo distinto cada vez; algo real, y un espacio al que sepas que puedes volver cuando el cuerpo te duela y no tengas ya ganas de ser fuerte, sino solo del calor de unos labios en la frente, y del peso y la presión tibia de aquel cuerpo que te ha elegido para que conozca tu lado derecho y tu piel.
No es que me asuste el eco de mis pasos, ni que me moleste el tiempo que dejo de dormir para soñar, para darle tantas palabras a mi alrededor, es solo que no me gustaría pensar que no hay nadie que me esté buscando, supongo que solo quiero sentirme mejor.
Hoy tengo tantos recuerdos y tantas palabras para todos ellos.
Pero esta tarde he querido escribir para los recuerdos que me asaltan, y ne agobian y que no tengo; porque he descubierto que a pesar de que a pasado tanto tiempo no he logrado engañarme a mi mismo, intentando confundir los recuerdos varaderos con aquellos que se han formado en medio de mis fantasías.
Es cierto no me gustaría terminar recordando amores ficticios...
es cierto, odiaría pensar y darme cuenta de que te veo irte antes de conocerte, mientras yo sigo jugando los mismos juegos para entretener tardes como esta , en las que, de tiempo en tiempo debo enfrentarme a mis sentimientos inaplazables.
La soledad no me asusta, es solo que me gustaría tener un nombre en mi cabeza. Es solo que me gustaría saber que mis palabras tienen sentido y destino, y que no escribo para nadie.
Es solo que me he dado cuenta de que siempre terminas por darle un final a una ilusión, y duele siempre igual que si te olvidaras del amor y sus recuerdos.
Nuca rogaré amor, y cuando no me quieran seré el primero en saberlo. Siempre, al final seré yo el que se vaya, es solo que después de tanto tiempo me parece extraño que no tenga ganas de mirar hacia atrás, y nadie por quien hacerlo…

viernes, 16 de abril de 2010

Ella...


Es de noche, todo parece sencillo e igual,tediosamente igual, casi idéntico al delirio invisible de la monotonía, y voy pensando en ello mientras el humo va escapando de mi boca, dejando en ella un sabor alquitránico, en mi lengua una sensacion amarga y duradera y en mi estomago el vacio de lo imperceptible, que solo podía compararse con la sensacion propia de aquella noche, ordinaria, y previsible como la vida, sobretodo cuando no sabes a donde vas y nadie tiene el valor de acompañarte.
El silencio era idéntico en cualquier lugar, esa ya era de por si una mala señal, el viento se apretaba contra mi pecho, y me hacia arder los ojos. Tal vez toda esa era una intuición, demasiado fuerte como para ignorarla, pero supongo que no sentí nada que me hiciera preveer el terminar de aquella noche inolvidable.

Recuerdo que, una vez más, estaba demasiado separado de este mundo y tan metido en el mio que poco me importaba las nimiedades del frió y del hambre, que en ese momento reclamaban a mi cuerpo.Sin embargo debo decir que no paso mucho tiempo después de ver su reflejo dibujado en aquel cristal oscuro que tantas veces había hecho de mis ojos para que yo empezara a darme cuenta que algo había cambiado en aquel lugar.
Tal vez era el destino, o tal vez solo iba jugando conmigo el azar. Y es que a veces se parecen tanto, que nos gusta pensar que es mas el primero y que el segundo, sin darnos cuenta de que ambos son solo formas que tiene la vida para dejarse vivir. Quizas por ello se les confunda tanto.
Apareció de la nada, como una sombra, o como un sueño,igual de imperceptible, igual de intimidante, y siempre igual de hermosa. Simple, violenta, y tierna.
Entonces disfrute de estar allí, disfrute de ella, de esa distancia inamovible , y de ese deseo extraño de absolverla de la soledad de ese segundo, y prestarle la mía, y que ella me preste su mirada un instante. Si, eso hubiera sido suficiente.
Es una mujer clara, que va jugando en un rincon de mi vida, un rincon insospechado, es cierto, pero sin lugar a dudas hay un lugar dentro de ella que le pertenece, no se muy bien por qué, quizas porque el brillo de sus ojos la conquistaron, o tal vez porque su ternura me conquistaron a mi de apocos. O porque mis ojos aun no han aprendido a mirarla mas alla de ese segundo , ni mi sonrisa ha aprendido a acompasarse con su alegría.
Quiero verla... pero es cierto, muy en el fondo se que su ausencia me deja espacios que debo llenar con una promesa apocrifa... de que volverás.
Hasta entonces prometo preguntarme por ti de cuando en cuando, e intentar explicarme por qué no eres perfecta, y porque apesar de todo me gusta sentirte como una parte de mi vida y como la totalidad de mi sueño...

viernes, 9 de abril de 2010

Monologos y despedidas de Medianoche

Tranquila… hoy nos separa una ciudad, no debes temer, porque además de eso lo hace también ese espacio entre tu silencio, y mi voz, el mismo que siempre estuvo allí el que creo que al final termine conociendo demasiado bien.
Se lo dije con los ojos… lo recuerdo, todo eso y más. Lo mejor de todo es que no me sentí culpable por hacerlo. La verdad es que no sentí nada, no me lo esperaba, pero no miento. Talvez fue por eso que, por primera vez, supe que no jugaba con una contradicción. Simplemente aprendí que hay cosas que no volverán a donde nunca quisieron estar...
Hoy desperté pensando en lo sencillo de las despedidas, y recuerdo que me reí de mi mismo y de mi absurda ingenuidad.
. No hay pena, debo decirlo, pero a pesar de todo, en medio de ese silencio mío, y en medio de esa mitad de esa noche (también mía de tantas formas) , pequeños espacios vacíos se quedaron flotando en medio de una certeza, una certeza como aquellas que llegan a solas, por el propio peso de su verdad.
Los ojos, al final, siempre dejan de ver lo que no existe en realidad
Doy vueltas en la noche con una sonrisa torpe, y sensata pegada a mi rostro, duele, pero es sincera. Necesaria; porque es cierto, las verdades son demasiado amargas como para negarles una sonrisa. Me levanto de la cama, los ojos me arden, el estomago me pesa, y siento frío, Me doy cuenta, entonces, de que a pesar de todo mi piel sigue siendo sensible, mientras unas ganas viscerales de volver a la cama me dicen que no es el momento para recordar…a estas alturas de mi vida este silencio ya no me es extraño, y esta luz de media noche es suficiente para ver simplemente lo innegable.
Todo eso esta bien por esta noche. Es suficiente. Es tiempo de volver a mi camino, Sin embargo seguramente una promesa me hará volver alguna vez, con ella y conmigo. Porque las promesas siempre son pretextos para mirar atrás Aunque se mejor que nadie que para esos días no seré yo el que vuelva; ni ella será ella, ni el amor será amor. Porque todo eso se convertirá entonces en una excusa, dulce y tonta como juego de niños, y que solo no servirá para vernos y preguntarnos: ¿Cómo te ha ido?, aunque al mirarnos ya lo sabremos todo, y el escucharnos, y el tocarnos será solo para saber cuanto hemos cambiado desde entonces.

Pero hoy, tranquila, hoy nos separa una ciudad, y su niebla y su ruido, y la forma en que te vas. Y la forma en que yo decidí no estar.

Sigue siendo media noche, las luces están intactas, pero mis ojos ya no ven igual, y las palabras siempre son las mismas, si, al final, siempre son las mías.

Termina el día, y después de tanto tiempo yo ya no tengo mas que preguntarme, porque ella ya no tiene nada que decirme, o porque no me importa creerle.

Es ya mas de media noche.. y se que podré echarme a dormir tranquilo, el silencio es sincero, finalmente...

He dejado de oír tu corazón...