H2 “…Supongamos que te odio y que me amas”… eso fue lo ultimo que le dije a ella en esa tarde interminable. En la que pretendí una vez mas seguir con ella sin perder mi dignidad. Aunque en el amor la dignidad solo sea un pretexto de la razón.
Pero… ¿Sabes? Hoy no te veo igual, estas distinta y estas distante, tus manos y tus ojos se pierden en algún lugar de esta amplia habitación y de su oscuridad. Parece sencillo guardar silencio en esos momentos, si, parece, pero sé mejor que nadie que nada es sencillo cuando se trata de ella, si de ella. La tarde tiembla a su alrededor. El aire que escapó de sus labios esa misma tarde, sin consuelo para mi, fue la forma mas corta, y analgésica de entender, por primera vez, y de unas sola vez para siempre, que cuando las palabras se acaban, el silencio es la mejor señal de que hay que empezar a olvidar.
La conocí sin querer, y mas tarde me di cuenta que también la quise sin conocerla en realidad, pero quizás lo único real en todo esto fue mi amor por ella. Inacabable y por ende insostenible. Pero aun a pesar de todo, lo único cierto de todo esto es que fue amor.
¿Sabes lo que pienso? Se que no, porque es mas fácil que sepas lo que siento y ni aun así lo quieres saber. Pero bueno es una historia de amor, mejor dicho, de amor occidental. Pero no hablemos de eso, bueno tu nunca hablas de nada últimamente. Mira. ¿ La noche esta hermosa no?¿Salimos?.
Hubo días inolvidables, lo se, asi como también se que hubo días inolvidables. Todo es tan monótono, los cariños, las peleas, las pasiones, los labios y las pieles mordidas, los silencios, o peor aún, las palabras tardías, todo es lo mismo, ¿Por qué cambiamos los dos? Ella no respondió, sus ojos me miraron, suplicantes, vacíos, indefensos, únicos: su cuerpo desnudo me helo la conciencia, y mientras las luces de aquella noche se inmortalizaban sobre su piel lejana como su voz, la vi darse la vuelta para siempre, y yo había muerto también para siempre. Es extraño empezar de nuevo, decir lo dicho, callar lo justo, estoy cansado, ¿De su amor? De la forma, de su forma, de mi forma. El amor no se acaba se deforma.
Esa noche, no salimos, a pesar de que siempre supe lo mucho que le gustaba salir a mojarse bajo la lluvia de una noche de luna llena, como aquella, como pocas, casi única, como ella. Nos quedamos en la casa, ella con el concierto de Aranjuez en el radio, y yo, extrañando su propia melodía, me dormí. Si… me dormí y admito que te espere en ese sueño inconcluso, que ya sabes como es, impregnado de hiel.,de devoción, de eternidad inútil, como vivir.
Es una sensación, un capricho, una forma errónea, una razón equivocada… que duele como un sentimiento. Yo se, no vale la pena seguir, pero supongo que creo quererla lo suficiente como para rendirme ante mi. Te levantas de una cama en la cual nunca estuviste, y te veo irte, también desnuda, también ciega, mía alguna vez, siempre ajena.
Es gracioso pensar cuanto nos cuesta decir adiós, aun cuando ya no hay razones ni para tener un silencio decente entre los dos… quizás nunca las hubo. Pero supongo que aprendí que la forma humana de amar es … suponiendo que te aman, suponiendo ingenuidad, y de cuando en cuando olvidando un poco mas…
Estas hermosa ¿A dónde vas? … El silencio que siguió a esa pregunta me dijo que ya no volvería más. Y que ambos nos habíamos cansado de suponer mentiras. Y ciertamente asi fue porque luego de ello, ni tu ni yo sabíamos que hacer cada uno con la parte de aquel sentimiento que salía sobrando. Yo me enamore, lo admito, fue real como cualquier sueño bien vivido, fue largo, incierto, caritativo, cautivador, y cautivo.
A pesar de todo nunca me desacostumbre a la soledad, no podría. A decir verdad su mirada nunca me lo permitió.¿Soledad?.. Recuerdo haber leído alguna vez que era la forma más pura de dejarse amar. Pero hoy me he puesto a pensar,y creo que es, también, la huella más flagrante de cómo y cuánto uno se ha olvidado del amor. No hace falta que camines de puntillas, ninguno de los dos tiene que hacerlo, ven a la cama, descansa, es tarde. Y dándome la espalda se desnudo una vez más frente a mí y la desee más que nunca, pero más que nunca también supe que para ella yo no estaba allí.
Por fin salimos, no llovía, no había luna, y nosotros no éramos los mismos. Porque fuiste mi sueño y yo tu camino. Fuimos.. si, fuimos tantas cosas el día que nos conocimos. Lo recuerdo hoy, porque al final, los recuerdos son lo único real que se ha vivido. Las calles entonces eran angostas, vacías nuestras, como esta. ¿Lo recuerdas?... Tu cabeza en mi hombro, tu cuerpo olvidado a mi guía, y mis manos en cualquier parte, porque en ese tiempo todo tu cuerpo me pertenecía.
¿Que ?... Es ridículo preguntármelo ahora, pero no extraño, porque a fin y al cabo las `preguntas precisas llegan muchas veces en el momento equivocado. Pero… ¿Quién puede saberlo? Si la piel no nos alcanza para esconder nuestros errores, mucho menos nos alcanza la razón para comprender el silencio del un corazón errante. …¿Te gusto la frase? …Es muy marqueziana. Le dije… a una espalda silenciosa a diez infinitos centímetros de mí, a unos ojos infinitamente dormidos para mi (o quizás adormecidos por mi) y en un silencio tan familiar que pareciera que había nacido en él… y mientras no esperaba nada, supe que tal vez me había dicho mi propia verdad.
Comencé a quererla muy poco tiempo después de conocerla y casi sin querer, en una tarde azul de aquellas, en las cuales muy pocos suelen creer. Y deje de hacerlo mucho tiempo después de conocerla, mucho tiempo después, deseándolo menos aun, en una noche la cual nadie puede ( ni merece) siquiera imaginar. … Como esta. Fue la respuesta mas precisa al momento más incierto de mi vida.
Fue un amor solitario. … Pero fue amor a pesar de todo…. Porque al final, también de todo, solo vivimos para eso, para imaginar amor, para hablar de él, y para creer que lo hemos encontrado, aunque no nos alcance la vida para terminar de saberlo.
Hoy no quiero hablar mas he hablado tanto ya que se me cambiado el sabor de la boca, hoy todo sabe a silencio, pero es un silencio extraño, es decir, es un sabor extraño, hace tan poco que se fue que aun sigo acostumbrado al saber, y al sabor de su silencio. Y aun no me he vuelto a acostumbrar al saber y al sabor del mío, mi silencio, mi asombro, mi sombra. Mi honor, y mi dolor.
La forma en la que se fue, él no la olvido: Grito en su interior, rogó, pero sabia que si hubiera dicho algo su orgullo habría gritado mas fuerte que su voz. Ella lloro, él nunca supo porque. Él callo, era la unica forma que él conocía para decir adiós. Cogio las maletas y se marcho. La casa se fue agrandando a cada paso que ella daba fuera de su vida, y se agrando tanto que él sintió que la vida de cada uno era tan grande como el vacío que deja el amor. O la cobardia de decir… nada, siempre, nada.
Se me estiro la `piel, y se me encogieron muchas otras cosas que no valen la pena mencionar; al fin y al cabo no es de mi de quien hablo, sino de ella, pero aunque haya mucho que decir aun de ella, en este punto me doy cuenta de que se me están agotando las formas, la mañas, y la sinceridad…
¿Qué pensé de ti?. Que podía hacerte feliz- La risa se le dibujo, amplia y sincera como su sonrisa – el egocentrismo es solo una forma de convencerte de que crees en ti mismo- dije a forma de excusa y casi por inercia, empujado por un orgullo que nunca debí tener para con ella, y a la vez por un miedo que nunca supe que tenia tan arraigado en la garganta. Me miro con aquel asombro infantil que solo puede inspirarte el querer saberlo todo, y que a la vez te hace comprender que hay cosas que debes de dejar ir -No me veas así me estoy esforzando por ser sincero- dije, en ese preciso instante muy en el fondo me preguntaba: ¿Era realmente cierto? Quise pensar que si tantas veces.
Las verdades, en nuestra relación, siempre fueron usadas piadosamente, porque supimos siempre que el daño toma diferentes formas, sobretodo cuando menos se lo quieres hacer a alguien. Si, fuimos lo mas piadosos que pudimos, aunque ahora me doy cuenta que ello contribuyo a que llegáramos a conocernos tan poco al final de todo, y que nuestra sinceridad se limitase a guardar silencio. Nuestro peor error fue, en todo caso, que no escogimos los momentos correctos para hacerlo.
Me gustaría ponerte al final de todo, y creer, finalmente, que hicimos lo correcto, ambos sabemos que no es eso tan dificil, pero sabemos también que no queremos hacerlo. Te propongo algo, algo loco como lo que fue eso que fuimos, te propongo que supongamos, ambos, que te odio y que me amas, así yo recibire el amor que te di y tu ya no recibirás ese amor que no deseas mas. Me miro extrañada, mientras que yo, al mismo tiempo pensaba que, de poder darse, aquello seria lo mas sincero que haríamos el uno por el otro después de tanto tiempo.
Buscar amor no siempre conlleva saber lo que buscamos, sino solo sentir que lo hemos encontrado. Pero en aquel tiempo no lo sabia

Hubo por descubrir tantas cosas aquella tarde de abril, después de tanto años, hubo tanto que decir, que jure que lo diría todo, aunque ya no tuviera sentido, lo malo fue que ella sintió lo mismo, exactamente eso, que aquello ya no tenia sentido, y cogió su cartera y se marcho lentamente, y vi de nuevo su espalda, contorneada al compas de su coqueta huida, y vi de nuevo su olvido y me hizo recordar tantas sensaciones, y también tantas confusiones, pero creo que al final nada había a cambiado, nada merecía cambiar, porque sino nada merecería ser recordado.
Y me quede con la taza de café en la mano, con el viento en el rostro y con su recuerdo en… en donde sea que se guarden los recuerdos, tan intacto que, hasta parecía un sentimiento, Entonces supe que lo que debi saber hace mucho tiempo: nuestros sentimientos son lo único en nuestra vida que nos esperan el tiempo necesario… Pero ella ya se había ido.
[H1]Si . a pesar incluso de aquel día donde alguien me dijo que “ para estas cosas no hay orgullo”, y se refería al amor. No olvido sus ojos cuando dijo aquello, supongo que es porque vi el fuego de la sabiduría que yo jamás podría alcanzar. Y fue tan letal y sencillo.