Quizás te esperaría con una mentira entre los labios
Quizás me escondería de tus defectos, o tal vez me
refugiaría en ellos para olvidarte, para no esperarte de noche escondido
en ese ángulo de tus caprichos, en esa forma cóncava de tu amor…
Si vinieras de noche me preguntaría de dónde vienes, y
adónde quieres llegar, y que espacio de ese camino formo yo esta noche donde ya
nadie más te espera, donde solo yo he decidido recordar tu nombre…
Me preguntaría tantas cosas si vinieras de noche; aunque si
fuera esta noche tal vez las preguntas las dejaría para después… solo tal vez…
Sería tan sencillo quedarme para siempre con los ojos
abiertos y esperarte, enamorarme de pronto sin saber por qué; sería tan
sencillo, si vinieras de noche como un acertijo, pudiendo ser tantas cosas, dejándote
inventar en el camino, descubriéndote,
sería tan sencillo
esa noche dejarme amar…
Los hechizos empiezan siempre entre tus dedos, en ese
instante en tu mirada, en ese sencillo espacio de vida donde siempre alguien
muere… despacio. Los hechizos son como pequeños espacios del tiempo detenidos,
como se detiene la noche mientras vienes….
Si vinieras
de noche te enseñaría a caminar de puntillas para no despertarme, y a no mentir
mientras guardas silencio, te enseñaría a besarme…a hablar para vivir…
Y tú, de puntillas y en silencio y sin mentiras me enseñarías
a amar para morir…
Si vinieras de noche no habría un para siempre, habría esta noche, que al ser nosotros dos sería una
eternidad de babel, una soledad universal, un instante envuelto en un todavía…
Sería tantas cosas y un todavía…
Si vinieras
esta noche desenredaríamos los anhelos, las caricias imaginarias y ese amor extraño
tan hecho de soledades a veces ajenas, a veces inventadas, pero más de esas
veces reales.
Olvidaría quien eres, y
sería, entonces ese pequeño rincón de la noche donde se ama para volver
a morir…