martes, 18 de octubre de 2011

Sueño...

Hoy quiero convertirte en una metáfora, de mí, también de ti, de eso en lo que se convierte el silencio mientras me miras, quiero convertirte en la metáfora de un amor, de mi amor, de tu amor aunque no sea mio, al fin y al cabo una metáfora es una fantasía...

Hoy quiero que guardes silencio, y que vayas borrando tu reflejo mientras me voy marchando de tu vida... mientras te voy oyendo de lejos, mientras me voy escabullendo del olvido entre tantos espacios imperfectos .
Es simple,  es solo que quería reinventar tu laberinto...

Hoy quiero contarte ese sueño azul, del que la otra noche me fui desenredando, una pesadilla con aroma  a deseo y con sabor a sed. Un sueño triste que esa mañana me entorpeció el alma, y me dejo extrañándote de una manera distinta...

 Recuerdo que te vi de espaldas, en un balcón lleno de sombras, pero entonces no eras tú a pesar de ser tu piel y tus ojos los mismos. Recuerdo que quería que me digas  a dónde vas, y  solo  conseguí saber que no importaba a dónde fueras yo no podría seguirte...

Entonces comprendí que las distancias empiezan mucho antes de partir,  con una fatiga que va llenando los espacios de ese tiempo en el que no aprendimos a estar juntos... Y entonces mientras mirabas hacia esa ciudad y guardabas silencio me ibas enseñando a extrañarte...

Es tan simple, al menos lo parece, solo quería llevarte unos metros mas allá de tu fatiga, atracarme a un muelle imaginario, en ese rincón de tu mirada donde creo que yo también tengo un espacio antes de que despiertes. En donde tu nombre se parece cada vez más a una profecía...

Hoy quiero atarme tus miedos, empezar de nuevo y verte al cerrar los ojos,  quiero oírte si me reclamas,   quiero que seas de nuevo aquella sensación en mi pecho...  Son solo sueños que brillan por cómo se van olvidando...

Hoy quiero contarte como te veías mientras esa noche te traía a mí  en ese sueño extraño lleno de cortes, de miseria, de humildad, de tu llanto y también de mí , de ese troglodita triste al que nunca le dijiste adónde ibas , ese hombre simple que te sueña a pesar de que se le enredan los espacios, los tiempos... y tú...

 Sé que si te llamara esta noche no vendrías, y entonces sería como si te hubiera perdido hace mucho tiempo, y quizás entonces yo no querría saber lo que es real, y entonces solo preferiría intuirte, casi imaginarte mientras ya no te sueño y ya no vienes...
 
Hoy quiero convertirte en una metáfora, en ese espacio que dejan los espejos en una noche como esta donde los sueños también aprenden a suponer y a inventarse, quiero convertirte en un olvido premeditado, en el reflejo de un troglodita que va soñando mas allá de su inmortalidad. Quiero que sigas siendo tierna, extraña, llena de olvidos y silencios,.
Quiero que sigas siendo una fantasía, una guerra y un canto, y un sueño extraño en una noche inesperada, un olvido amargo, un pedazo de la vida, una incompletud, un desaire, unos pasos, un llanto, una caricia...

  Hoy quiero soñarte otra vez, quiero que aparezcas en un sueño mio... un sueño triste, un sueño bonito, donde lo único importante empieza cuando descubro que los sueños también dejan sensaciones duraderas,
y que tú sigues siendo mi espacio favorito, mi invención preferida....

Hoy quiero un momento en tu boca antes de que este sueño termine para cambiar esta dulce melancolía por esa sensación dulce de que me engañas...

martes, 4 de octubre de 2011

Quiero...

  Nunca es mentira lo que queramos contarnos a nosotros mismos...Es que hoy quiero contarme una historia extraña...

Quiero que cantes de pronto y morir para siempre.. Quiero que vengas un día y te pongas a soñar conmigo, mientras te susurro al oído tanto amor hecho de instantes, y te abrazo muy fuerte, y te confieso mentiras hechas de todo este tiempo que llevamos sin vernos...

Quiero que me beses la frente y luego los labios sin tener que pregúntame por qué, no quiero pregúntame por qué... quiero imaginármelo... quiero inventármelo, quiero olvidarlo... quiero olvidar el "para siempre", no lo mereces; no lo merezco... porque quiero aprender a no comprenderlo, a que no me importe...

Quiero que me quieras desde tantos espacios infinitos; y de pronto ver como se termina todo en cualquier instante... cuando ya no importe.... quiero extrañar tus ojos, tu olor, esa voz de la que aún no estoy dispuesto a enamorarme... pero si a darle amor...

Quiero querer recordarte, quedarme un instante, amarte de la forma en que yo quiera; hasta cuando tú me lo permitas, y olvidarte más tarde si lo necesito, si lo quiero, sin preguntarme  si ya es tiempo de mirar sobre mi hombro... no quiero hacerlo... solo quiero hacerme inolvidable...

No quiero saber si piensas en mí, solo quiero no arrepentirme del tiempo en ti.. ni de lo que contigo pueda aprender… es cierto… no quiero olvidarte para siempre, pero tampoco quiero recordarte más de lo necesario, quizás porque después de tanto tiempo hemos hecho del olvido una parte de nuestra historia, y porque extrañarte sería un consuelo tierno para heridas que no quiero que existan…

  Te quiero en un amor de libertad, de instantes, de mortalidad,  de versos hechos de la nada, tal vez de un mal sueño, de un relámpago ahogado en un espejo, te quiero en lo improbable y en lo imposible.
 Quiero encontrarte sola un día en el que no haya planeado nada más que vivir algo inolvidable, quiero que recordemos casualidades, y que nos olvidemos un poco también de nuestras cualidades, sobre todo  aquellas que nos impidan reconocernos en medio de una tarde sin sol...

Eres mi mujer perfecta… y eres  tantas veces tantas mujeres a la vez y otra vez.. mujeres dislocadas y desconocidas, mujeres tiernas, mujeres de un  “te quiero” alocado entre los labios,  mujeres de un silencio oportuno cuando hieres… mujeres de cúpula y de canticos, mujeres de piel de mar, de amor, de miedo y soledad, de canciones de silencios y de últimos momentos, mujeres de ángeles, de sexo… tanto, mujeres de esmalte negro…  



Quiero tu memoria, tu delirio, tu suspiro, tu sonrisa, y tus manos en mi boca, y un pequeño espacio para llamarte de noche.

Quiero un momento, y olvidarte…