martes, 4 de octubre de 2011

Quiero...

  Nunca es mentira lo que queramos contarnos a nosotros mismos...Es que hoy quiero contarme una historia extraña...

Quiero que cantes de pronto y morir para siempre.. Quiero que vengas un día y te pongas a soñar conmigo, mientras te susurro al oído tanto amor hecho de instantes, y te abrazo muy fuerte, y te confieso mentiras hechas de todo este tiempo que llevamos sin vernos...

Quiero que me beses la frente y luego los labios sin tener que pregúntame por qué, no quiero pregúntame por qué... quiero imaginármelo... quiero inventármelo, quiero olvidarlo... quiero olvidar el "para siempre", no lo mereces; no lo merezco... porque quiero aprender a no comprenderlo, a que no me importe...

Quiero que me quieras desde tantos espacios infinitos; y de pronto ver como se termina todo en cualquier instante... cuando ya no importe.... quiero extrañar tus ojos, tu olor, esa voz de la que aún no estoy dispuesto a enamorarme... pero si a darle amor...

Quiero querer recordarte, quedarme un instante, amarte de la forma en que yo quiera; hasta cuando tú me lo permitas, y olvidarte más tarde si lo necesito, si lo quiero, sin preguntarme  si ya es tiempo de mirar sobre mi hombro... no quiero hacerlo... solo quiero hacerme inolvidable...

No quiero saber si piensas en mí, solo quiero no arrepentirme del tiempo en ti.. ni de lo que contigo pueda aprender… es cierto… no quiero olvidarte para siempre, pero tampoco quiero recordarte más de lo necesario, quizás porque después de tanto tiempo hemos hecho del olvido una parte de nuestra historia, y porque extrañarte sería un consuelo tierno para heridas que no quiero que existan…

  Te quiero en un amor de libertad, de instantes, de mortalidad,  de versos hechos de la nada, tal vez de un mal sueño, de un relámpago ahogado en un espejo, te quiero en lo improbable y en lo imposible.
 Quiero encontrarte sola un día en el que no haya planeado nada más que vivir algo inolvidable, quiero que recordemos casualidades, y que nos olvidemos un poco también de nuestras cualidades, sobre todo  aquellas que nos impidan reconocernos en medio de una tarde sin sol...

Eres mi mujer perfecta… y eres  tantas veces tantas mujeres a la vez y otra vez.. mujeres dislocadas y desconocidas, mujeres tiernas, mujeres de un  “te quiero” alocado entre los labios,  mujeres de un silencio oportuno cuando hieres… mujeres de cúpula y de canticos, mujeres de piel de mar, de amor, de miedo y soledad, de canciones de silencios y de últimos momentos, mujeres de ángeles, de sexo… tanto, mujeres de esmalte negro…  



Quiero tu memoria, tu delirio, tu suspiro, tu sonrisa, y tus manos en mi boca, y un pequeño espacio para llamarte de noche.

Quiero un momento, y olvidarte…  
  
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno... creo k ya estamos listo para desmadrar a los noveles de barranco jajaja







tu maestro