A veces decimos solo pequeñas cosas, cosas que en nuestra imaginación se parecen tanto a esas grandes verdades que tanto necesitamos escuchar, y son simplemente pequeñas palabras al borde de una noche que no volverá, al borde de la frontera de nuestra voz.
Hay tantas cosas que se van tantas veces de nosotros, tantas personas que no pueden regresar a nuestro lado, lo gracioso de esto es que no importa porqué se vayan, y por cuánto tiempo; nuestras palabras siempre los traerán de vuelta, y seguramente sus nombres se harán nuestras palabras preferidas.
Hay tantas formas de guardar silencio, en este universo de primeras personas, de despedidas, de instantes obsoletos, de minutos eternos, de adioses vespertinos, lo malo de esto es que siempre hacemos de un silencio el ultimo segundo de una vida que no merece terminar.
De las maneras en las que hemos aprendido decir adiós, solo hay una que es realmente sincera e indolora, es irse a diario y volver, sabiendo que no es la misma persona la que te espera al regresar.
Hay pequeñas historias que siempre empiezas con grandes sorpresas, y con pequeños anillos en el corazón.
Hoy me pregunto un poco por aquella gran inecuación de lo absurdo, de ese misterio extraño de lo que viene y se va; de ese espacio vacío que nos deja en el alma empezar de nuevo, me pregunto por los sueños que de noche no saben el nombre de nadie, pero que desde un rincón de la habitación guían el traqueteo de mi pensamiento.
No se si falta un poco de vértigo de cuando en cuando, no se si falta una canción cualquiera, o nos falta a veces sólo un recuerdo inventado, solo el espejismo de una ilusión perdida.
Y el misterio sólo es ese espacio que queda mientras vamos dejando ir a esas personas, que al hacerlo se llevarán la completud de nuestros sentidos.
Siempre hay un breve espacio en el olvido, donde el silencio tropieza con el pasado, y se lleva un espacio del presente, tranquilo, es solo ese mismo espacio que las promesas le roban al futuro.
De pronto me queda un espacio en el alma, ese lugar sin nombre ni compañía, donde me tiemblan los recuerdos, donde poco a poco se agolpan en mi boca el sabor de los silencios.
Hace mucho que decidí remendar con sueños el tiempo que los arrepentimientos le quitan a los sentidos...
Hoy las razones me estorban la existencia, por eso las dejo aqui, porque no tengo el valor para olvidarme de ellas...
jueves, 28 de marzo de 2013
jueves, 21 de marzo de 2013
Del Sabor de los Inviernos ( Post 94)
Esta noche quiero contarte del sabor de los inviernos,
Es algo así como una taza de amor rancio,
que nos quita de a pocos aquel sueño del olvido.
es también como la humedad de tu silencio;
como la aridez de tu ombligo.
Esta noche quiero contarte del sonido de la ultima gota,
de esa lluvia, de ese eco infinito;
de como pesa el frío en los pulmones...
del ultimo sabor del vaho que se impregna en el alma.
Es simple, el amor como el frío...
es simple como van encogiendo corazones;
y las piernas tiemblan, y tienen el mismo saber,
un saber azul, y un sabor hervido al frío.
Esta noche quiero que pruebes del sabor de un secreto,
quiero que sientas la suavidad del hastío
Quiero contarte de la soledad del mundo
de la compañía que deja la soledad, en tu mundo sin el mio.
Quiero contarte de los sueños que dejan los espacios
del adiós entre mis dedos.
Quiero contarte de la niebla
y del viaje que hacen los héroes hacia el miedo.
Es simple, el invierno es vertical, como el estremecimiento;
como el eco, como el sabor que deja en tu boca
la ausencia de un beso, como el amor dormido a la orilla de un segundo
al borde de tu cama, tiritando de olvido.
Esta noche quiero contarte del sabor de los inviernos,
es algo así como el sabor de este amanecer,
que se impregna en la piel, y pesa
como pesa la ironia, como le pesa a uno dos vidas cuando guarda un secreto.
Es algo así como una taza de amor rancio,
que nos quita de a pocos aquel sueño del olvido.
es también como la humedad de tu silencio;
como la aridez de tu ombligo.
Esta noche quiero contarte del sonido de la ultima gota,
de esa lluvia, de ese eco infinito;
de como pesa el frío en los pulmones...
del ultimo sabor del vaho que se impregna en el alma.
Es simple, el amor como el frío...

y las piernas tiemblan, y tienen el mismo saber,
un saber azul, y un sabor hervido al frío.
Esta noche quiero que pruebes del sabor de un secreto,
quiero que sientas la suavidad del hastío
Quiero contarte de la soledad del mundo
de la compañía que deja la soledad, en tu mundo sin el mio.
Quiero contarte de los sueños que dejan los espacios
del adiós entre mis dedos.
Quiero contarte de la niebla
y del viaje que hacen los héroes hacia el miedo.
Es simple, el invierno es vertical, como el estremecimiento;
como el eco, como el sabor que deja en tu boca
la ausencia de un beso, como el amor dormido a la orilla de un segundo
al borde de tu cama, tiritando de olvido.
Esta noche quiero contarte del sabor de los inviernos,
es algo así como el sabor de este amanecer,
que se impregna en la piel, y pesa
como pesa la ironia, como le pesa a uno dos vidas cuando guarda un secreto.
miércoles, 6 de marzo de 2013
TRANSAZUL... (Post 93)
Creo que hoy aprendí que el destino es un gran silencio infantil, un cuento escrito en las lineas de una tempestad. El destino es como un ave de mar...
Nada es inquebrantable dicen... es tan solo que, a veces todo se parece tanto a una ultima tentación, que mucha veces es solo esta ultima intensión... y entonces es mejor inventarle, hasta al amor, la inmortalidad
Y en el ultimo instante, un simple transazul vestido del amanecer, breve como un poema, hace que mi imaginación se empape de tu amor, simple como tu desnudez, leve como los susurros de esta quietud...
No quiebres la luz...no quiebres tu inocencia de algunos días....al fin y al cabo el amanecer es un espacio en el que siempre vale la pena tener uno de aquellos sueños de caleidoscopio...
Uno de esos sueños que van hipnotizando el mar.
Triste transazul... ese que el espacio de su mirada solo alcanza para el sueño de un segundo... triste transazul encuentrame en algún lugar como jugando... esta noche quiero quedarme jugando con la brevedad... con su sonrisa... con el olvido... con mi batalla... esta noche estoy un poco más... transazul...
Esta noche tiene la misma longitud que mis deseos, y el mismo espacio que deja detrás de tu ventana este amanecer tan lejos de mi...
A veces quiero imaginarte desnuda mientras el tiempo deja en tu piel tantos atardeceres a contra luz.
Quiero quedarme al borde de aquellas sombras, porque al fin y al cabo solo yo soy ese transazul desnudo y torcido hacia la realidad, y hacia el frio.
A veces solo soy un transazul que se descuelga del aire hacia tu voz, hacia ese espacio de tu vida donde viven los recuerdos de tu vientre.
Esta noche odio un poco el destino, odio un poco los anillos de las culpas de mi alma, los espacios que dejamos pendientes en esta forma extraña que nos tocó del amor.
Es cierto, a veces la nostalgia también suena como el peor de los silencios, donde marcas tus pasos, donde la pasión es una molestia para la piel, donde el beso es una herida, donde el amor es solo sed.
Quien diría que un día cualquiera terminaría por creerte, un día de esos ordinarios, un día donde te esperaba, o te buscaba, o donde el olvido y la confusión me hacían creer olvidarte. Quien diría que
entre nosotros la vida aprendería a contar historias de amor... sin amor, quien diría que terminaría por creerte ese es espacio de mi vida que nunca existió; quien diría que terminaría por creerme ese vértigo en tu vida, construido un poco de sarcasmo, un poco de bondad; o esa historia que me contaste una tarde de aquella vida tuya a la que no entendí jamas.
Pobre transazul que recuerda de golpe la única vida que nunca quiso olvidar;y por la que descubrió
al fin, lo duro que le pega el tiempo a la intención del olvido.
Entonces cerré los ojos, me parapeté detrás de mi espalda y mientras iba redescubriendo el significado de partir, entendí que siempre me dolería la convulsión de la confusión, el eco de su voz en mi oído, y aún más el estruendo de su silencio en mi dolor.
No se si dejar de decir la verdad es mentir; solo se que alguno de los dos mintió en el momento exacto, en el lugar preciso, con la razón equivocada, con las palabras perfectas, y con el silencio y el corazón desbaratados.
Transazul extraño, transazul incógnito, desolado, y libre, nadie dijo que ella te recordaría esta noche ni ninguna otra, solo dijimos que tal vez, alguna vez mintió por ti, mientras quizás solo trataba de convencerse de alguna otra cosa; mintió y te acaricio, y te regalo en un instante su historia y su soledad, te regalo también su llanto y su voz; su miedo; desencanto y un instante más, te regalo todas las sensaciones del mundo, y lastimosamente el amor no es una sensación.
Transazul extraño solo te queda regalarle la inmortalidad...
Porque al final es solo un transazul, dormido sobre alguna triste simetría del alba... alguna de esas simetrías sin sueños que caben en una sola palabra...
Nada es inquebrantable dicen... es tan solo que, a veces todo se parece tanto a una ultima tentación, que mucha veces es solo esta ultima intensión... y entonces es mejor inventarle, hasta al amor, la inmortalidad
Y en el ultimo instante, un simple transazul vestido del amanecer, breve como un poema, hace que mi imaginación se empape de tu amor, simple como tu desnudez, leve como los susurros de esta quietud...
No quiebres la luz...no quiebres tu inocencia de algunos días....al fin y al cabo el amanecer es un espacio en el que siempre vale la pena tener uno de aquellos sueños de caleidoscopio...
Uno de esos sueños que van hipnotizando el mar.
Triste transazul... ese que el espacio de su mirada solo alcanza para el sueño de un segundo... triste transazul encuentrame en algún lugar como jugando... esta noche quiero quedarme jugando con la brevedad... con su sonrisa... con el olvido... con mi batalla... esta noche estoy un poco más... transazul...
Esta noche tiene la misma longitud que mis deseos, y el mismo espacio que deja detrás de tu ventana este amanecer tan lejos de mi...
A veces quiero imaginarte desnuda mientras el tiempo deja en tu piel tantos atardeceres a contra luz.
Quiero quedarme al borde de aquellas sombras, porque al fin y al cabo solo yo soy ese transazul desnudo y torcido hacia la realidad, y hacia el frio.
A veces solo soy un transazul que se descuelga del aire hacia tu voz, hacia ese espacio de tu vida donde viven los recuerdos de tu vientre.
Esta noche odio un poco el destino, odio un poco los anillos de las culpas de mi alma, los espacios que dejamos pendientes en esta forma extraña que nos tocó del amor.
Es cierto, a veces la nostalgia también suena como el peor de los silencios, donde marcas tus pasos, donde la pasión es una molestia para la piel, donde el beso es una herida, donde el amor es solo sed.
Quien diría que un día cualquiera terminaría por creerte, un día de esos ordinarios, un día donde te esperaba, o te buscaba, o donde el olvido y la confusión me hacían creer olvidarte. Quien diría que
entre nosotros la vida aprendería a contar historias de amor... sin amor, quien diría que terminaría por creerte ese es espacio de mi vida que nunca existió; quien diría que terminaría por creerme ese vértigo en tu vida, construido un poco de sarcasmo, un poco de bondad; o esa historia que me contaste una tarde de aquella vida tuya a la que no entendí jamas.
Pobre transazul que recuerda de golpe la única vida que nunca quiso olvidar;y por la que descubrió
al fin, lo duro que le pega el tiempo a la intención del olvido.
Entonces cerré los ojos, me parapeté detrás de mi espalda y mientras iba redescubriendo el significado de partir, entendí que siempre me dolería la convulsión de la confusión, el eco de su voz en mi oído, y aún más el estruendo de su silencio en mi dolor.
No se si dejar de decir la verdad es mentir; solo se que alguno de los dos mintió en el momento exacto, en el lugar preciso, con la razón equivocada, con las palabras perfectas, y con el silencio y el corazón desbaratados.
Transazul extraño, transazul incógnito, desolado, y libre, nadie dijo que ella te recordaría esta noche ni ninguna otra, solo dijimos que tal vez, alguna vez mintió por ti, mientras quizás solo trataba de convencerse de alguna otra cosa; mintió y te acaricio, y te regalo en un instante su historia y su soledad, te regalo también su llanto y su voz; su miedo; desencanto y un instante más, te regalo todas las sensaciones del mundo, y lastimosamente el amor no es una sensación.
Transazul extraño solo te queda regalarle la inmortalidad...
Porque al final es solo un transazul, dormido sobre alguna triste simetría del alba... alguna de esas simetrías sin sueños que caben en una sola palabra...
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