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By J.C |
Y que entonces comprendió que lo mas difícil era hacer cotidiano un día común...una ironia necesaria sobretodo para alguien como yo que se queda a un costado de la indesicion tan lleno de preguntas al azar.
Quizás es mi forma de darle unas cuantas vueltas a este mundo, y a mi vida, porque quizás no necesito nada más, al menos no hoy. No necesito más que un lugar donde quedarme para siempre, donde recordar cuando ya no tenga recuerdos, un lugar para poder mirar sobre mi hombro, y creer que tal vez, y aunque solo se trate de algunas veces; supe decir las cosas que yo quería de la manera que yo elegí.
Este blog ha sido tantas veces solo un pretexto que me ha llevado a descubrir pequeñas cosas, tan pequeñas que solo el viento las puede capturar, y que muchas veces mueren por un suspiro fuera de tiempo.
Hoy es extraño darme cuenta todo lo que vivido, y lo que me han dejado vivir...y no vivir, es solo una parte de aquella vida prestada que le pertenece también a aquellos que me permiten vivirla a su lado. Por eso en el fondo este lugar es también para aquellas personas que no quiero olvidar sin importar las razones, porque los momentos y las razones solo pueden guardarse para uno mismo.
Al final sigo dando vueltas, y es gracioso ver siempre se hacen tan necesarias las pequeñas cosas, una risa, una palabra, el brillo de la luz en el momento indicado, la oscuridad perfecta, y la persona correcta. Se a prende tanto de un silencio inesperado, de una persona que se va olvidando, de cuando ya no extrañamos a nadie...
Se aprende tanto cuando nos vamos preguntando cosas tontas como ¿ Qué pasa cuando aún no encontramos un lugar a donde queramos volver? ¿ Qué pasa si nos cansamos de extrañar? O nos preguntamos y también si es amor lo que queda en ausencia del olvido.
Se aprende tanto cuando nos hacemos promesas que podemos cumplir...
Si... he aprendido algunas cosas de este blog, y de las personas que se quedan y que se van, y de los lugares en los que estuve y en los que no, de lo que quiero y de lo que me canse de esperar, y hoy sigo aprendiendo de mi incertidumbre, de mi sombra, del frío sobre mis hombros...
y de la ultima canción antes de que amanezca...
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