sábado, 14 de mayo de 2011

Nieves de Azar... Copos de Azahar...

Lo triste de nuestro mundo es que a veces olvida   aquello que no debe, y tantas veces a quien no se lo merece....Creo que por eso esta noche estoy aqui acordandome de ella, sin que nadie me lo pida, y por la simple razon de que nadie puede impedirmelo...
Es cierto, no todos lo recuerdos son simplemente mios...no importa, al fin y al cabo la diferencia entre la vida y los recuerdos es el deseo de querer vivirlos en realidad...

Hoy me acuerdo de ella sin querer, mientras por la ventana del taxi en el que atravieso esta ciudad monótona, y monocroma, una chica con su mismo rostro, su mismo cabello, pero con una mirada infinitamente distinta, me mira detenidamente desde un auto el otro lado de la calle, entonces me quedo yo también mirándola, mientras me pierdo en esos pensamientos extraños que siempre lo asaltan a uno a deshora. Y de pronto me sorprendo a mi mismo imaginando la forma de contarle tantas cosas, pequeñas cosas; como un pretexto infantil para no dejarla ir, para que ella deje que nos quedemos un momento más en el mismo lugar, y para no dejar de ser solo nosotros...

De pronto, se que esta noche se ha hecho extraña, y que ella se ha convertido en un recuerdo agradable, un pretexto sincero para esbozar una sonrisa, para alejarse de esta ciudad y de este ruido, un pretexto para darme un tiempo e imaginar lo que hubiera sucedido si yo hubiera dicho tantas cosas que creí que no debía.
Que contradictorio...Siempre  creemos cosas que no se debemos...

La noche, y este taxi siguen por sus mismos caminos, pero ahora solo uno de sus destinos es predecible...
Mientras tanto yo juego a imaginarte dando vueltas en la cama, con aquella pequeña sonrisa que todos deseamos esbozar antes de que todo termine. Y pensar que todo ha ido bien...

Y te sigo imaginando mientras me doy cuenta que al final todos nos terminamos haciéndo cómplices de nuestras paredes, y terminamos jugando juegos extraños con las sombras de nuestra habitación; porque sinceramente es una buena forma de refugiarse de noches donde todo parece tan común... o de una ultima tentación.

No te preocupes la noche no ha cambiado, ni tú, soy solo yo el que juega  a que todo tenga un color distinto. Pero supongo que ya es un poco tarde, es cierto, pero no lo niego, fue tranquilizador tu recuerdo, tu juego, tu sonrisa, y tu mirada tan infinitamente distinta...
Lo cierto es que es bueno saber que la monotonía es solo un juego macabro de las circunstancias... que lo inesperado hace que los grandes momentos solo pertenezcan a las pequeñas cosas, vividas con las personas indicadas....

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